No puedo obviar la crisis. Algo tengo que decir sobre la crisis. Este va a ser mi post sobre la crisis.
Hasta ahora, he preferido no hacerlo, puesto que estamos desbordados de crisis por todos los medios de comunicación. He preferido reducir mis aportaciones a cosas pragmáticas sobre orientación laboral y búsqueda de empleo, y sobre psicopedagogía laboral en general (aunque aún no haya hablado de nada más que la orientación, también hay vida más allá en la psicopedagogía aplicada al trabajo). Pero hoy voy a contaros cómo llevo el tema de la crisis en mi trabajo como orientador. O al menos, como intento llevarla.
Quienes hayáis leído mi post innaugural, decálogo para el orientador laboral novel, conoceréis mi perspectiva al respecto de cómo debe motivar el orientador a los usuarios para la acción, y qué actitudes debe evitar. Pues bien, con tanta crisis por aquí y por allá, es normal que atendamos a muchos usuarios que no nos hablen de otra cosa, y que piensen que la culpa de todos sus males es de "la crisis", y que hoy en día está muy difícil encontrar trabajo, que es imposible, y que en la tele lo dicen todos los días, y que la cosa está cada vez peor... ¿qué podemos hacer ante este panorama?
Es cierto que la crisis global existe, y que en España, actualmente, las cosas no pintan bien con el paro, y pintan muy mal con determinados sectores, como la construcción. Todo eso es verdad. Y que hay ETTs que han cerrado, y que hay otras que no quieren inscribir a nadie porque no tienen apenas movimiento de ofertas. Y que en infojobs han descendido más de un 20% el volumen de ofertas. Todo eso es cierto.
Pero también es cierto que, aunque menores, también siguen existiendo puestos vacantes. Y que hay sectores que incluso han visto aumentada su actividad (como los talleres de automóviles, por ejemplo). Y que se están impulsando algunas medidas paliativas desde las administraciones, que aunque todavía humildes -y algunas muy criticadas, como las "inaccesibles" líneas de crédito ICO-, pueden servir de parche en algunos casos (como la ayuda para obras públicas en ayuntamientos)
El desempleado medio, producto de "la crisis".
La mayor parte de la gente que me encuentro, tiene el siguiente perfil: Ha trabajado prácticamente toda su vida, no ha estado en el paro nunca o casi nunca, y no tiene ni idea de cómo buscar trabajo, ni siquiera entiende la filosofía de la búsqueda de empleo. Piensa que sólo puede trabajar en su profesión (y sólo quiere trabajar en su profesión), y no busca empleo porque sabe que de lo suyo "no hay faena" y "todo está parado".
¿Cómo orientar al desempleado medio en tiempos de crisis?
Con este panorama, creo que lo mejor es hacer aportes siempre positivos, desde la comprensión de la realidad global y particular de cada caso (haciéndole ver al usuario que comprendemos tal situación). Estos aportes positivos son:
-Evitar convertir la sesión de orientación en un debate para "arreglar el mundo" sobre lo mal que están las cosas
-Tratar de hacer ver al demandante, con sinceridad y la máxima precisión y sencillez posible, que aumentando sus opciones laborales, podrá encontrar trabajo antes. Un parado de la construcción no debe ceñirse, hoy en día, a buscar empleos de la construcción, si quiere trabajar a corto plazo.
-Mencionar opciones formativas y programas de ayuda a los que pueda acogerse en función de sus intereses (o de su nuevo aumento de opciones laborales).
-Ofrecer recursos comprobados por el orientador, para facilitar la búsqueda de empleo: Bolsas a las que anotarse, cómo buscar empresas...
-Ofrecer toda la información de manera secuencial y adaptada a las posibilidades y preferencias de cada usuario, pero de manera que suponga un reto razonable (no darlo todo "mascado", ni tampoco todo "por mascar").
-Reforzar las experiencias de éxito, revisando logros y contribuyendo a solidificar los nuevos hábitos de búsqueda de empleo.
-Orientar ofreciendo número de currículos que mandar en una semana, en un mes, para que entienda el usuario cuál es el nivel adecuado de intensidad en la búsqueda (este dato ha de estar adaptado y ser progresivo, no conviene desmoralizar).
-Grandes dosis de sentido común, de ganas de trabajar y, sobre todo, de firmeza y estructuración de las sesiones.
La ampliación de horizontes, y la formación ocupacional como posibles "parches" fundamentales.
Para muchos demandantes, la verdadera solución a su situación empieza por una ampliación de horizones laborales, como ya he comentado. En muchos casos, la única manera de llevarla a cabo, es a través de la formación ocupacional. Desgraciadamente, los cursos ofertados a través de las instituciones colaboradoras con las oficinas de empleo, no son en algunas ocasiones los más interesantes ni los relacionados con las profesiones más demandadas; aunque en muchas otras ocasiones sí lo son. Frecuentemente, podremos encontrar cursos interesantes de cara al mercado laboral, aunque de profesiones no exentas de posibles problemas de ocupabilidad. ¿Cómo podemos comprobar esto? No tenemos más que consultar el "catálogo de ocupaciones de dificil cobertura" de nuestra provincia en cuestión, y compararlo con la lista de cursos de formación ocupacional ofertados por provincia (estos datos te los facilita la oficina de empleo, departamento de formación). Algunos cursos coinciden con las ocupaciones más demandadas, pero muchos otros no. ¿por qué? ¿En función de qué intereses se programan los cursos de Formación Ocupacional? ¿Son fiables los datos del catálogo de ocupaciones de dificil cobertura? ¿Son las fuentes del INEM la mejor opción para programar cursos profesionales? Dejo abiertas las preguntas, pues yo mismo no tengo una verdadera respuesta. Lo mejor, como siempre, es investigar por uno mismo, desde diferentes fuentes, búsquedas y experiencias, y después sacar conclusiones y obrar en consecuencia.
22 ene 2009
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