3 dic 2010

¿De verdad son efectivas las redes sociales para buscar empleo?

Son muchos los entusiastas de los portales web llamados “redes sociales profesionales” (XING y LinkedIn) que afirman que, si se utilizan bien y en ellos se cuenta con una candidatura bien enfocada y ayudada de una estrategia activa, éstos recursos son la mejor promesa para aumentar las probabilidades de encontrar un empleo.

Pero... ¿Son sólo eso, una promesa? ¿O son una realidad que muchos ignoran? ¿Hasta qué punto se pueden analizar objetivamente la efectividad de las redes sociales? ¿Hasta qué punto no se corresponde todo esto con una “elucubración” basada en el sentido común, por un lado, y en experiencias personales, por otro? ¿Existen datos contrastables en alguna parte que apunten en alguna dirección?

Por el simple hecho de cuestionar algo a lo que tanto bombo se le da desde los mejores portales relacionados con el mundo del empleo, habrá quien me tache de “destructivo” o de “criticar por criticar”. Sin embargo, creo que las preguntas que me hago no son nada más que unas preguntas muy lógicas y sencillas que, además, estoy seguro que muchas más personas se harán; tanto “miembros” de dichas redes, como recién descubridores de las mismas.

Por otra parte, los defensores “a capa y espada” de estos portales, suelen utilizar la estrategia de situar toda la culpa en el lado del usuario, cuando éste las rechaza por ineficaces. Suelen decir que “si en Xing no encuentras oportunidades, es porque tú no lo utilizas bien”. Pero, ¿es esto una “verdad universal”? ¿Podría todo el mundo obtener oportunidades en las redes sociales? ¿Es un tiempo bien invertido? ¿Son  estas redes recursos “desaprovechados”? ¿Qué parte de nuestro tiempo deberíamos invertir en ellas? ¿Hacia dónde caminan?

Muchos usuarios que siguen consejos y estrategias ya clásicas para estas redes (enfocar bien el perfil, coleccionar contactos de interés, estar activo, generar contenido) se quejan de que el tiempo a invertir es desproporcionado en relación con el posible aumento de oportunidades. Y a veces tienen razón.

Sin embargo, creo que las redes pueden ser útiles, en ocasiones, para algunos menesteres como localizar información específica. Por ejemplo, los nombres de los responsables de algunas empresas que nos puedan interesar, pero para luego enviarles (por ejemplo) una carta postal a su nombre.

Pero, ¿Tiene sentido coleccionar contactos y solicitar empleo a éstos? Normalmente, la mayoría de los contactos no son los responsables de RRHH, ya que éstos se suelen “esconder” en perfiles vacíos (con lo cual la “red horizontal” ya no lo es tanto), que no aceptan invitaciones o que sólo están ahí para poner ofertas. Aunque, todo hay que decirlo, todo contacto es "bueno" para ofrecer información pero... ¿Hay tanta diferencia, entonces, entre estas redes e Infojobs u otros portales de empleo de los llamados “verticales”?

Evidentemente, el “libro del buen networker” (llamémosle así al conjunto de literatura bloguera sobre este asunto), nos dice que a los contactos no se les debe pedir empleo directamente, sino... ¿qué? ¿Qué es lo que se pide a un contacto recién añadido? ¿Cómo conseguir “entablar una relación virtual” con alguien a quien no conoces de nada, y a quien no puedes pedirle empleo para “no agobiar”? La respuesta siempre es la misma, y se resume en una: Hay que ser un buen comercial. Pero ¿Todo el mundo está preparado? 

Por otra parte, la utilidad de una herramienta social vendrá marcada por lo que la mayoría de sus usuarios hagan con ella. Y... ¿Qué se hace en XING mayoritariamente? Muchos usuarios emplean estas redes para propósitos comerciales alejados de la filosofía original (el networking digital es más útil, a mi juicio, para vender colaboraciones y productos que para buscar trabajo). Por ahora, en lo que a empleo se refiere, estas webs dospuntocero parecen más bien instrumentos de reclutamiento complementario y subsidiarios para algunas ETTs (que por supuesto sólo están interesadas en venderse a empresas y reclutar puntualmente para sus ofertas, pero no en contactar con trabajadores).

También es cierto que los llamados "cazatalentos" (¿existen realmente en España? ¿Alguna empresa busca talento realmente de manera activa?) pueden "espiar" las redes para localizar a gente interesante, pero, no nos engañemos; hablamos de perfiles altos, de trayectorias largas o de personas muy específicas que dudo mucho que tengan problemas de ocupabilidad.


En fín, resumiendo (y para que se vea que asumo la parte positiva que las redes sociales tienen), os ofrezco mi lista de pros/contras:

Pros:
-Mayor visibilidad de tu perfil.
-Posibilidad de contactar con otras personas “horizontales” (colegas de profesión o de otras de ut interés) y otras “verticales” (posibles jefes)
-Posibilidades de estar informado de muchos temas de interés.
-Poder participar o consultar información de interés en foros profesionales.
-Poder organizar o participar en eventos.
-Apuntarte a ofertas de empleo. (Pro compartido con cualquier otro portal de empleo)
-”Coleccionar” contactos para “parecer” importante. Además, también puedes serlo (como mínimo, para tí mismo/a). En todo caso, es una estrategia de márketing en sí misma el coleccionar contactos (pero no te conviertas en Spammer).
-Al tener contactos, uno puede recurrir a ellos para consultas, lo que puede ir generando “relaciones virtuales” que puedan realmente ofrecer oportunidades inesperadas a largo plazo.
-La “horizontalidad” de la red te permite “comparar” tu perfil con el de otros parecidos, por lo que podrás enfocarte mejor.
-Se pueden “descubrir” a verdaderos responsables de departamentos de RRHH, aunque a veces estan “escondidos” en perfiles vacíos.
-Los contactos te llevan a otros contactos... Que quizá te interesen... Aunque todos aparecen en las búsquedas simples también.

Contras:
-Dudosa efectividad y eficiencia de su uso para la búsqueda de empleo.
-Gran cantidad de información desorganizada.
-Aumento progresivo de “Spammers sociales”, a través de mucha información con fines comerciales, contactos que buscan “adeptos” para franquicias piramidales, etc.
-Necesidad de verdaderas habilidades comerciales para usarlas “bien”.
-La “autocandidatura” no se archivará sistemáticamente en una empresa si no somos necesarios a corto plazo, por lo que es mejor emplear otros medios de contacto más tradicionales para ello.
-Otro problema es la imposibilidad de diversificar el perfil. Es decir, aunque tengamos objetivos de empleo diferentes (que requieren currículos con enfoques diferentes), no nos podemos separar de nuestro único currículum-escaparate-marca personal o como le queramos llamar. Algo que, por otra parte, es básico en toda búsqueda de empleo (hacer un currículo distinto para cada objetivo diferenciado).
-La frialdad y la poca integración del medio en nuestros hábitos culturales y relacionales.

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